Una conmovedora historia real...

 
 Un muchacho suizo decidió preparar su bicicleta y salir a recorrer el mundo, después de muchos dias de pedaleo, con bastante mal tiempo por cierto desde el mismo momento que salió de Suiza, al llegar a Sevilla, se encontró a un perro callejero abandonado en bastante mal estado, con un bulto tremendo en el cuello, ni corto ni perezoso, buscó un veterinario para que viera el perro, este le dijo que el animal estaba bastante mal y que si no se le operaba de urgencia moriría muy pronto, el muchacho le dijo que lo operara cuanto antes y preguntó cual seria el importe de la factura, se quedó helado, a el no le llegaba el dinero que tenia para pagarle al veterinario sus honorarios.

Desesperado, tomó una decisión, no había tiempo que perder, preparó un letrero y puso en venta su bicicleta en las calles de Sevilla y cuando la hubo vendido, corrió con el dinero para dárselo al veterinario y que procediera a la operación del perro, rápidamente lo operaron. El muchacho preparó sus mochilas y continuó su camino, esta vez a pié, haciendo autoestop lo encontró el hijo de mi vecino, a pesar de su desaliñado aspecto, le subió a su coche y el suizo le contó esta preciosa historia que me acaba de contar a mi su padre.
¡Bien por el niño también, que no tuvo prejuicios para parar el coche y ayudar al muchacho!

No se mas detalles, no se si el hijo de mi vecino sabrá mas, cuando le vea le preguntaré.
¿Conmovedora historia, verdad? La generosidad y el buen corazón de este muchacho me emocionan, sinceramente, estoy seguro de que la vida le premiará y su viaje será maravilloso, es lo que yo le deseo de todo corazón. Tengo que saber que fue del pobre perro callejero que al final tuvo tanta suerte, a lo mejor yo podría seguir curándole en el ranchito, pero lo mas seguro es que nunca sepa nada de ninguno de los dos...