lunes, 25 de agosto de 2014

¡Estoy vivo!

 Hoy, una vez mas,  estuve cenando con los vecinos,  hoy nada especial me dijo la vecina cuando me invitó, unas doradas a la parrilla,  entremeses variados, chorizo a la brasa y su salsita con rico colesterol y con mucho pan, y claro,  un par de botellas de Rioja tinto entre mi vecino y yo, eso si, las botellas eran pequeñas o eso nos parecieron a mi socio y a mi, todo muy rico, de postre, arroz con leche casero, la especialidad de mi vecina, a esto ella le llama cena de pobres.

Total que regresé a casa tarde y me comí un par de melocotones rojos y un yogur natural fresquito del frigorífico, me apetecía mucho, puse la tele y me tumbé en el sofá totalmente satisfecho con mi vida a ver una película antes de irme a la cama, la de tve 1 , la de  todos los domingos, "la película de la semana", tenia buena pinta, pero al poco, sin saber cuando,  me quedé roque, dormido como una piedra, cosa que no es nada frecuente en mi.

A las casi 3 de la mañana, me despierto muy confuso, con una sensación muy rara, sin saber donde estaba ni que pasaba, con unos pensamientos rarísimos que mejor ni contarlos, nada que ver con el vino, porque sigo confuso y no me aclaro, trato de levantarme del sofá con una extraña sensación de asfixia y muerte, y me cuesta un mundo tan siquiera incorporarme, enseguida se me encendió una bombilla roja en el cerebro, estaba pasando algo malo que no acertaba a explicarme, de repente -todo esto en pocos segundos- me doy cuenta de la peste que estoy oliendo y la bombilla roja brilla mas y mas y se pone a aullar dentro de mi cerebro una de esas sirenas de la policía, ya sabes, una de esas que uno escucha en las películas, pero te juro que yo la estaba escuchando en el interior de mi cabeza en ese momento.

Del sofá, mareado, caigo al suelo en mi intento de incorporarme, pero nunca perdí la serenidad,  para ese momento ya me doy cuenta de que a pesar de que todas las ventanas del ranchito están abiertas, algo me impide respirar libremente,  me doy cuenta de que me estoy envenenando, asfixiando, tanto que no tengo fuerzas para andar, tengo perdido totalmente el sentido de la orientación, no veo nada a pesar de que las luces están encendidas,  así que me arrastro hasta donde intuyo que está  la puerta y salgo al porche, por instinto, doy vueltas sobre mi mismo hasta dar con el  húmedo césped, respiro profundamente y me quedo un buen  rato mirando a las estrellas, como en trance, tengo como una explosión de pensamientos, como una película rapidísima de mi vida,  muy pronto mis ideas se aclaran, no comprendía como, pero yo me había estando envenenando, al rato de intentarlo varias veces y fracasar, por fin me pongo en pié y me acerco a la puerta, me preocupaba que algo pudiera explotar y queria evitarlo.

De dentro sale un pestazo, el olor inconfundible a gas, aunque tenia todas las ventanas abiertas -eso es lo que me salvó y me permite contarlo ahora-  la peste a gas es insoportable, miro rápidamente en la cocina y efectivamente, había una llave del gas abierta, no me lo explico porque yo no cociné y estuve parte de la tarde y noche con los vecinos, pero la llave de la cocina de gas estaba abierta, seguramente el gas se fue acumulando poco a poco dentro, pero lo curioso, por decir algo,  es que cuando yo entré no olí nada.

Al tiempo que escribo esto, a las 4,30 am, mientras espero que se ventile la casa, mil ideas se me pasan por la cabeza sobre  mi vida y la muerte, pero no les voy a cansar con ellas, en realidad no veo nada claro en estos momentos de confusión que aun siento, supongo que  uno se muere cuando llega la hora, está claro que a mi hoy no me había llegado, al menos de momento,  es curioso que mi primera reacción después de respirar libremente en el jardín,  haya sido escribir para desahogarme, no veas lo bien que me ha sentado, como me he tranquilizado escribiendo, contándolo todo, y uf, que sueño tengo, pensaba en que quizá deberia ir a urgencias a ver que me decían, pero no, estoy demasiado cansado y deseando ir a mi camita, hasta mañana, buenas noches, cuídense mucho, aprovechen la vida  que nunca se sabe donde está acechando la de la guadaña para jodernosla  ... :))

sábado, 9 de agosto de 2014

Después de la tormenta llega la bella calma...

La tormenta se escuchaba escandalosa mientras charlábamos en casa de mi hija Coralie, de repente cesan todos los ruidos y vemos por la ventana este glorioso arco iris doble, salimos corriendo al jardín, yo volví a entrar a por mi cámara, quería compartir esta belleza con ustedes, aunque solo fuera la fotografía...

Aquí se ve el arco iris mas largo pero no se aprecia muy bien el doble...
Mi hija extasiada contemplándolo y bromeando al mismo tiempo conmigo
 Así se veían, con esa luz,  las flores del muro en este detalle...
 El muro completo...
Que está detrás de la piscina. Después de sacar las fotos, nos metimos en la casa a seguir charlando, tan contentos entre tinto y tinto.... :)