La cosa ya prometía cuando iba a por el coche para celebrar mi 72 cumpleaños cenando en un restaurante del pueblo con mis vecinos y amig@s, fijaros que luna tan preciosa se ve entre los vientos de "la niña" y se siente una gran paz...
Allí estaban mis vecinos y amigos, puntuales como siempre, esperándome, hacia muy poquito que habían llegado, que yo también llegué puntual :))
Aunque parecemos serios esperando y picando mientras nos traen cositas, las apariencias engañan, estabamos alegres como unas castañuelas, solo que ya teniamos hambre y esperabamos con impaciencia las viandas. Cuando llegaron los platos, estábamos tan entregados al grato ejercicio de mover las mandíbulas que se me olvidó sacar mas fotos con la mesa llena de ricos platos :)).
La cena transcurrió de lo mas agradable, como siempre ocurre con mis vecinos y mejores amig@s, quedamos citados para el año que viene, como fue el año pasado, en el mismo lugar, y esperemos que sea un montón de años mas igual de grata la cena y la reunión :))
De esta manera tan sencilla celebré mi cumpleaños, desde aquí agradezco a mis amig@s que son mi segunda familia, todas sus atenciones que tienen conmigo todo el año y lo hago extensible a ustedes, ciber amig@s que me habéis felicitado y a los que no también, que aguantáis mis cosillas todo el año, propias o impropias de un anciano de 72 tacos, de verdad de la buena, muchas gracias a todo el mundo, sois geniales :))