La Abuela se nos fue...

Suele ocurrir así, cuando menos te lo esperas suceden las cosas, aunque en realidad ya estábamos un poco moscas por sus quejas continuas, pero a sus 85 años de una vida como las de antes, muy trabajada, no se podía esperar otra cosa, su hija Joaquina, mi vecina, con la que vivía, la cuidaba con esmero, no le faltaba de nada, en realidad hacia tiempo que mi vecina no podía llevar la vida que le hubiera gustado, condicionada por la salud y el humor de su madre, a la que siempre daba prioridad sometiéndose a los vaivenes de la  salud de su madre, y a sus caprichos, que todo hay que decirlo, ya se sabe que los viejos nos volvemos un poco niños, después de cierta edad, nunca bien determinada.

Abajo se le puede ver a la abuela con su hija Joaquina que con toda la paciencia del mundo trataba de que su madre caminara lo mas posible, que no era mucho, ese día les pillé desde mi parcela y por una vez en la vida me dió tiempo a buscar mi camarita  mientras ellas paseaban por su parcela contigua a la mía y pude sacarles esta foto.

Aquí se le ve de espaldas con sus hijas, nieta, su novio y su yerno, José, mi amigo y vecino, todos de la familia en una de las cenas de las pasadas Navidades en su casita del campo, todos de la familia, menos yo, aunque después de los años ya nos sentimos familia, y a su lado, el Tano esperando que cayera algo que a hurtadillas siempre le daba la Abuela, aunque su nieto se lo tenia prohibido, pero la abuela era mucha Abuela y hacia lo que le salia del forro...jajaja

La misma noche con los que faltaban en la foto anterior, su nieto y sobrina, la Abuela siempre comía con un apetito envidiable, nunca la recuerdo ver con falta de apetito, al contrario, la solía mirar admirado ...

Bueno Abuela, te fuiste, y como siempre, el Domingo por la noche yo me había despedido de ti con un "hasta luego Abuela" como hacia siempre, nunca me imaginé que ya no te vería nunca mas, esta semana te marchaste cuando yo tenia unos terribles dolores con un ataque de Lumbalgia que me ha tenido doblado estos 9 ó 10 últimos días, aunque traté de ir a despedirte al Tanatorio y me vestí, a duras penas llegué al coche, pero no me podía mover, no podía saber si venia algún coche por los lados, apenas se veía con la lluvia torrencial que caía y muy a mi pesar tuve que desistir e impotente regresé al ranchito,  siento de verdad Abuela no haberte podido dar el adiós allí, me despido de ti desde aquí con este sencillo homenaje, con un beso enorme, no te voy a hacer la pelota ahora después de tantos años diciendo lo maravillosa que eras, como nunca lo hago, solo que sencillamente para mi eras "la Abuela" y que te apreciaba un montón, "adiós Abuela, hasta luego"...