El abuelo ...

¿Nostálgico? dice que no...
¿Triste?  tampoco...
En realidad el abuelo pisaba con los pies en la tierra, se debatía entre dejarse engañar, o engañarse a sí mismo, que total venia a ser lo mismo, o como siempre había hecho, rajar, seguir rajando la verdad de lo que sentía en los momentos en que escribía o hablaba largo y tendido con su mejor amigo, el que nunca le había traicionado, osea, consigo mismo.

Había pasado Nochebuena y Navidad, bien, no había habido ninguna incidencia desagradable, como el año pasado que se cagaba vivo y  ya no pudo seguir cenando y comiendo a lo grande, esta vez no ha pasado nada, no es que fuera moderado o dejara de serlo, tampoco el año anterior ni el anterior a ese, había hecho lo que le había dado la gana y la cagalera fue de aupa, hasta requirió tratamiento médico, esta vez no ha pasado nada, a lo mejor es que si es cierto que fue moderado, pero el, con la sinceridad que le caracteriza dice que cenó lo que le dio la gana y que lo volverá a hacer el 31, yo conociéndolo le creo, la verdad...

En realidad no sabe muy bien lo que le pasa en estos momentos, aunque dice que no, si parece que algo nostálgico está,  por lo que dice, parece que lo está de su juventud perdida, de cuando era la máquina que tiraba del tren de la familia, de sus aventuras amorosas,  de cuando hablaba con los amigos de sus aventuras en general y era el centro de la conversación y no le acusaban de estar contando batallitas como ocurre ahora, cuando le respetaban por lo que era, por todos los países que conocía y las aventuras que vivió en ellos, por los idiomas que hablaba, aunque ya los tenia un poco oxidados, en general por todo lo que hizo para ganarse la vida y un poquito mas, ahora le parece que solo le respetan  por ser un viejo carcamal, manías de anciano...

Pero yo tengo un método infalible para saber si está o no nostálgico, le voy a poner una de sus canciones favoritas, y no falla nunca, si permanece  en silencio mirando por la ventana y le caen  lagrimones por las mejillas y ni siquiera se da cuenta si está solo o no y no trata de disimular,   no falla, la canción le está haciendo mella, el no es gallego, es asturiano, pero da igual de donde sea, en realidad siempre se ha sentido un ciudadano del mundo, como yo, solo hay unas  pocas cosas que la letra de la canción no coincide con su vida pasada, que fue incluso mas azarosa, intensa, pasional y movida, pero los sentimientos que le produce su admirado Alberto Cortez, son los mismos que si fuera el abuelo gallego de la canción, a mi también me gusta mucho, la verdad.

Bueno, ahí le dejo al abuelo escuchando su canción favorita, me vais a permitir que no revele si está o no llorando, eso son cosas suyas que hay que respetar, yo por mi parte voy a seguir procurando disfrutar de la vida y ser razonablemente feliz, aunque también sea un abuelo, pero muy joven por dentro, ya veis, el que no se consuela es porque no quiere...jajajaja

¡FELIZ AÑO 2013!