La llamaban Germa...

Germa era mi tía, hermana de mi padre, que se convirtió en mi madre por azares de la vida. Es la primera SEÑORA, así, con mayúsculas, de la izquierda, y al lado de ese niño con traje de marinero, de primera comunión, que soy yo, están mis primas.

Hacia pocos años que me había quedado huerfano, era muy pequeñito, ni siquiera habia hecho la primera comunión aún, mi padre a los 26 años muere a consecuencia de heridas mal curadas que venia arrastrando desde el final de la Guerra Civil Española.

Se reunió la familia para decidir que hacer con Genín, era hijo único, todos querian que me fuera a vivir con ellos, según me contaron, porque, claro, yo no me acuerdo de nada.

La decisión fue unánime, pasaría a ser el hijo pequeño de Germa, ella ya tenia 4 hijos, no eran muchos para la época, además lo que pesó mas en el animo de los presentes para adjudicarme, fue que Germa tenia una posición económica envidiable, corrían la década de los 40, y tener una posición desahogada en una España arruinada y famélica era un portento de suerte.

Por lo que supe, Germa desde un principio había decidido que yo seria para ella, y fue magistral jugando sus cartas, lo logró, como lograba todo lo que se proponía.

Ya estaba decidido, su marido y los dos hijos mayores habian viajado a Caracas, hacia casi un año que habian volado a Venezuela porque querían emprender una nueva vida. A Germa le habian fusilado a dos hermanos, decían que mis abuelos, sus padres, habian muerto de tristeza. Las cosas en el protectorado español de Sidi Ifni en Africa estaban revueltas, ya habian muerto soldados españoles y Germa no estaba dispuesta a que le mataran un hijo en una guerra mas...Así que lo decidió, porque las decisiones en la familia, las tomaba ella, se hacia entender muy bien, tenia muchos recursos para persuadir, pero si no lo lograba, lo mandaba, y se hacia lo que decia Germa, sin rechistar...jajaja Buena era mi vieja...jajaja

Unos dias después de tomada esta foto embarcabamos en Bilbao, el resto de la familia, Germa con dos hijos y yo rumbo a Venezuela. Nosotros llevabamos los muebles y todos los enseres, el resto, se habia vendido casi todo, a excepción de un edificio que Germa dejó alquilado "porque, nunca se sabe"...

No eramos los típicos inmigrantes, de hecho, no era frecuente ir a Venezuela en avión como hizo mi tio con sus dos hijos mayores. Todos esperaban nuestra llegada con ansia, además habian constituido una empresa constructora, y esperaban a Germa como agua de Mayo para empezar a construir en Caracas, ese era su oficio, constructores, y el cerebro : Germa, la que decidia, la que señalaba el camino, la que trabajaba sin descanso, en la casa, en las obras si era necesario, jamás vi a mi vieja cansada, ni cuando era mayor, siempre ayudando, con una sonrisa en la cara, o...enfadada regañando! jajaja.

Germa siempre estuvo a nuestro lado, cuidándonos con abnegación, mi madre, mi viejita querida. Ya hace años que descansa con su marido y su hijo mayor en su querida Caracas, en donde quiso expresamente, ser enterrada.

Tenia necesidad de presentaros a mi vieja, ya la conocéis, una mujer con el mas grande corazón que he conocido. Nuestra casa de San Bernardino en Caracas siempre tenia la puerta abierta, para acoger a inmigrantes que llegaban con una mano delante y otra detrás, siempre había un sitio en la mesa para ellos, sus preferidos eran los italianos, le encantaba cantar con ellos, si, los italianos eran su debilidad, creo que yo lo he heredado...jajaja Siempre tuvimos grandes amigos italianos.

Bueno, ya habéis conocido a mi vieja, Germa, una mujer excepcional, la mejor madre del mundo...Con permiso de las vuestras...jajaja

Hoy tenia una necesidad casi física de recordar a mi madre con vosotros.