Generación Y

No se si se enteraron de que hace poquito, le otorgaron el premio Ortega y Gasset a una cubana, Yoani Sanchez, filológa , que desde su país escribe un blog, Generación Y , con las dificultades que eso representa, en un País en donde no se puede tener una conexión a Internet, en nuestras casas, como todos nosotros.
No pudo venir a recoger el premio a España porque hasta el momento no le han dado ni negado la autorización para viajar. Lo curioso es que ella estuvo viviendo fuera de Cuba y regresó voluntariamente a su País.
Ella se limita a contar su realidad cotidiana en las entradas que escribe, solo tiene que hacer eso, porque cuando uno lee su realidad, se queda atónito. Pero no voy a describirles nada, solo les dejo su dirección, y les recomiendo altamente que visiten su blog y lean, son normalmente entradas cortas, así que, como yo, seguro que se pondrán a leer y no pararan, todas sus entradas anteriores, disfrutando con su lenguaje sencillo y correcto.
Los comentarios de sus lectores, tampoco tienen desperdicio, así como las discusiones que se forman entre ellos. Tienen un buen material para entretenerse el fin de semana.
Les recomiendo que no tarden en leerla, porque en cualquier momento puede que deje de publicar, un poquito obligada...
Aquí les pongo su dirección y les copio su última entrada para que la gente floja lo tenga mas facilito...jajaja

http://desdecuba.com/generaciony/

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Mayo,16,2008

"Me advierten que sobre la mesa de alguna oficina descansa “mi caso”. Un expediente lleno de pruebas de infracciones cometidas, un abultado dossier de ilegalidades que he acumulado en estos años. Los vecinos me insinúan que me disfrace con gafas de sol y que desconecte el teléfono cuando quiera hablar algo privado. Poco, muy poco –me aclaran- puede hacerse ya para que no toquen a mi puerta una mañana bien temprano.

En espera de eso, quiero señalar que no guardo armas bajo la cama. Sin embargo, he cometido un delito sistemático y execrable: me he creído libre. Tampoco tengo un plan concreto para cambiar las cosas, pero en mí la queja ha sustituido al triunfalismo y eso es –definitivamente- punible. Jamás pude darle una bofetada a nadie, no obstante me negué a aceptar el sistemático manotazo a mi “yo cívico”. Esto último es condenable en grado sumo. Encima de eso, y a pesar de no haber hurtado nada ajeno, he querido “robar” –en repetidas ocasiones- lo que creía me pertenecía: una isla, sus sueños, sus legados.

Mas no se confíen; no soy del todo inocente. Llevo en mi haber un montón de fechorías: he comprado sistemáticamente en mercado negro, he comentado en voz baja –y en términos críticos- sobre quienes nos gobiernan, he puesto apodos a los políticos y comulgado ante el pesimismo. Para colmo, he cometido la abominable infracción de creer en un futuro sin “ellos” y en una versión de la historia diferente a la que me enseñaron. Repetí las consignas sin convicción, lavé los trapos sucios a la vista de todos y –magna transgresión- he unido frases y juntado palabras sin permiso.

Declaro –y asumo el castigo que me toque- que no he podido sobrevivir y cumplir con todas las leyes al mismo tiempo."

Y yo me pregunto si...¿Quieren que en Venezuela sucedan estas cosas?