domingo, 22 de abril de 2007

Otra historia...

Víctor Peñasco (24 años) y Josefa Pérez de Soto (22 años) se terminaban de casar y disfrutaban de su luna de miel a bordo del Titanic (en el camarote C-65). Sus padres les habían prohibido subir al Titanic, que sería el viaje final para culminar su luna de miel que duraba ya 17 meses. Les acompañaba su sirvienta Fermina Oliva Ocaña en el camarote C-105. Mientras su criado Eulogio, se quedaba en Paris para que cada día enviara unas postales de la ciudad a sus familias y así tener una cuartada. Todo transcurrió con calma, asta el fatal accidente. La criada se encontraba en su camarote preparando un corset. Josefa estaba ya en la cama mientras que su marido estaba desvistiéndose todavía. Oyeron un fuerte ruido y Víctor salió del camarote con dirección a la cubierta, donde encontró a un marinero al cual le pregunto que había pasado. El marinero no le dio importancia y no le explico nada, pero él no quedo conforme. Rápidamente bajo al camarote de su mujer la recogió, y les acompaño la sirvienta Fermina. Josefa solo pudo colocarse un chal encima del camisón y así salieron. Se dirigieron a la cubierta de nuevo y comprobaron que las maquinas estaban paradas, lo cual no era nada alentador. Josefa afirmo después del naufragio: "a los diez minutos aquello era una casa de locos, toda la gente gritando y corriendo, prisas y peleas, no había botes para todos.... alguien dio la orden de que primero subieran a los botes las mujeres y los niños, los de primera y luego los de segunda y los de tercera clase." Sobre la una de la madrugada Josefa y su sirvienta las colocaron en el bote numero 8. Sin embargo cuando se dispuso a subir su esposo, se encontraba una mujer lista para ser embarcada y Víctor cedió su sitio a dicha mujer. Un gesto noble que le costo la vida. Su mujer nunca mas supo de él, ni siquiera pudo recuperar su cuerpo. Según un familiar de Josefa, la imagen que nunca se le pudo borrar de su cabeza, a parte claro esta de la de su esposo perdiéndose en la oscuridad de la noche, es la de eso coloso, grandiosamente iluminado que poco a poco se iba hundiendo junto a ella, oyendo a la orquesta como tocaba desde la cubierta para calmar a la muchedumbre y como oía ordenes de que se alejasen para no ser sumergidos con el barco al hundirse, pudo ver como la gente saltaba del barco y como gritaba de dolor y pidiendo ayuda. Después de permanecer en el bote mas de una hora oye un fuerte ruido y cuando giro la cabeza ya no estaba el mayor barco de la historia. Estas fueron sus palabras: "de pronto, se oyó un ruido enorme, como si una montaña se viniera abajo, cuando me decidí a volver la cabeza, el barco había desaparecido como si se le hubiera tragado una garganta misteriosa". Pero esa garganta misteriosa se trago demasiadas cosas, no solo el Titanic, se trago numerosas vidas y numerosos cadáveres. La familia de Josefa se vio obligada a tener que comprar un cadáver para poder certificar la muerte de su marido y así poder certificar de forma oficial la muerte y así tener acceso a la fortuna familiar, de otra manera no podrían asta pasados 20 años. Con esto termino una de las historias trágicas del Titanic, nunca se recupero el verdadero cuerpo de Víctor y aunque su muerte fue certificada no se ha encontrado tumba alguna de él.

6 comentarios:

  1. He copiado la historia de una web, así que os dejo el enlace por si quereis ver las fotos de los protas.

    Yo intenté publicarlas pero no lo admite el sistema.

    http://eoficina.e.telefonica.net/sites/0848/Org1008672/pwe/pwe/españoles.htm
    Salud, Genín

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  2. A mí estas historias me dan "yuyu" aunque no dejo de reconocer que me gustan...... No he podido entrar en la página, me pide que me registre y ni por esas...

    Un saludo muchachote.

    Air :-)

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  3. Hola Genin!!

    Efectivamente, el insumergible titanic estaba hecho con un acero que según mi ex que era ingeniero naval no hubiera pasado ni las mínimas normas de calidad hoy en día... ya ves.. efectos secundarios de la prepotencia del hombre, pues si no se hubieran dado por supuesto tantas cosas hubieran previsto botes para todos y se hubieran evitado muchas muertes.

    muchos besos desde malaga.

    silvia

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  4. Hola chicas, muchas gracias por las visitas.

    Air, yo he entrado sin problemas y he vuelto a copiar de nuevo la dirección que te dejaré mas abajo.

    Pues si Silvia, lo de la calidad del acero lo había leído, tu ex tenia razón (en algo tenia que ser...jajajaja) Sin embargo, su gemelo, con el mismo acero, navegó hasta caerse de viejo. Claro que no se la dio contra nada, por lo visto, ese tipo de acero del casco era durísimo pero muy frágil, cosas que aun no sabían en aquella época...

    Aprovecho para decir, que hasta se escribe con h...jajajaja Como os dije, yo el texto simplemente hice copipego y las faltas estaban en el original...

    Y no he dicho nada, pero fijaros la cantidad de cosas en común que tienen ambas historias, que no voy a enumerar ahora, pero me llamaron la atención...

    Si que estas historias dan un poco de "cosa", pero a mi me gustan mucho...Un beso, Genín

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  5. Se me olvidó pegar la dirección, ero aquí va:

    http://eoficina.e.telefonica.net/sites/0848/Org1008672/pwe/pwe/españoles.htm

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  6. No, no creo que en el Titanic no estuve, pero si en el Groote Beer

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