

No recuerdo cuanto tiempo estuvimos en total "secuestrados" en aquella Estación de Bombeo, pero a partir del día "heroico" de la muerte del toro "enemigo" jajajaja la Guardia Civil, nos traía la comida caliente puntualmente, porque hasta entonces comíamos raciones de guerra del ejercito de USA, que por cierto a muchos no les gustaba nada pero que a mi me encantaba, sobre todo unas latas de carne de Búfalo en escabeche, con las que me ponía morao, y eso que en aquella época el hambre ya estaba muy lejos, y unas galletas rellenas que me encantaban y que también, no se porque misteriosa razón, sabían a Búfalo...jajajajaja
Hay varias cosas que nunca olvidaré de aquella pequeña aventura, una es que cuando teníamos que hacer nuestras necesidades, nos alejábamos lo suficiente, nos llevábamos una pala, abríamos un agujero y en el defecábamos (Coño, que fino estoy hoy...jajaja) y religiosamente, tapábamos concienzudamente el agujero, yo esto lo odiaba, si algo eché de menos en mi etapa fuera de mi casa, era mi precioso W.C, yo eso de hacerlo a pulso y en otro servicio que no fuera el de mi casa, nunca, me gustó, ni hoy en día tampoco, tiene que ser una casa de mucha confianza y muy limpia...
La otra cosa, aparte del sacrificio del torito, es que los americanos tenían unos dormitorios, vacíos a la sazón, porque como dije los habían evacuado por si una bomba los despeinaba, que al lado del miserable sitio que nosotros teníamos con las literas de tres camas y suelo de tierra que habían construido apresuradamente en dos días para alojarnos, parecían una suit del Hilton, amén de un salón de juegos con mesas de billar y toda clase de juegos, mesas de ping-pon, cine, y unos maravillosos servicios con W,C, duchas CON AGUA CALIENTE! que muchos de los que estaban allí no habían conocido hasta llegar al Ejército, comedor con sus mesas, manteles y cubiertos etc (Para nosotros un lujo asiático). Y afuera, cancha de baloncesto y un pequeño campo de futbol ¡ Todo un lujazo para nosotros!
Al sentirnos héroes, decidimos que nosotros no eramos menos que los gringos, y por unanimidad decidimos tomar el edificio de los gringos y posesionarnos de el. Creo que debió de ser el primer acto de decisión democrática del Ejercito Español en plena dictadura del General Franco...jajajaja Pero no fue fácil convencer al sargento, no le faltaba razón...¿Que les íbamos a decir a la guardia Civil? y ¿A los americanos? La verdad es que al pobre hombre, si las cosas hubieran salido mal se le podía haber caído el pelo en el calabozo, por eso, desde ese día lo admiré...Aunque siempre le llamaba cabrón, cariñosamente, no se muy bien porque...
Únicamente decidió hacerlo, cuando a mi, (humildemente...jajajaja) se me ocurrió que podríamos decir a según quien nos preguntase, que los tíos que traían la comida americana, nos dieron permiso, a estos, que el comandante americano que venia por allí de vez en cuando en un Jeep y que apenas saludaba y se largaba en 10 minutos, nos había autorizado, lo mismo a la Guardia Civil, y si nos pillaban, nosotros juraríamos hasta la muerte que había sido una confusión idiomática porque estábamos seguros que habían dicho "yes" cuando les preguntamos, era la única palabra que sabíamos entre todos en Inglés...jajajajaja
Solo la Guardia Civil preguntó, y tragó nuestras respuestas, a los americanos se la traía al pairo y nunca dijeron ni pio.
Hasta me sentí melancólico cuando un buen día se presentó un autobús con el relevo ¡Nos íbamos a Madrid al día siguiente! No os podéis imaginar lo que presumimos con los pobres desgraciados que habían cazado igual que a nosotros y el miedo que les metimos en el cuerpo, contándoles el tiroteo y cuidándonos muy mucho de no mencionar al torito, el enemigo, lo que les contamos fue que eran mas de 20, armados hasta los dientes y fieros comunistas todos ellos que habíamos vencido en titanica lucha cuerpo a cuerpo después de agotar nuestras municiones jajajajaja (¡Pobre torito, victima desconocida, pero que rico estaba!)...jajajaja
No os voy a cansar mucho con el año que estuvimos en la Escuela en Madrid, porque hay poco que reseñar, las instalaciones eran perfectas, los profesores médicos, de lo mas amables, la comida excelente, hacíamos las practicas en el Hospital de Aviación en Princesa, adonde íbamos todas las mañanas una vez terminábamos las clases teóricas, y debo decir que nos dieron una preparación muy buena que incluso nos capacitaba para hacer cirugía menor, cosa esta que me sirvió para ganar dinerito de nuevo operandoles el capullo a los soldaditos con fimosis que lo tenían defectuoso, como el de la foto de arriba, que se lo dejamos "niquelao" listo para mil batallas ...jajajaja Una vez que llegué a mi nuevo y flamante destino como Enfermero Especialista en la Base Aérea de Logroño que era el destino que escogí por estar cerca de San Sebastian.
No os había contado, que nos presentamos a examen casi cien aspirantes para tan solo nueve plazas, pero nuestra situación de soldados nos daba ventaja, a puntos iguales, entrabamos nosotros, pero tanto Manuel como yo hacia poco que habíamos terminado el Bachillerato, creo que eramos los únicos, eso nos daba puntos también, y además el cura en León nos había preparado bien, y por otro lado, lo cierto es que el examen consistió en cultura general no demasiado difícil, los otros siete que aprobaron eran enchufados recomendados por algún jefe, las cosas en aquellos días, funcionaban así, o tenias un padrino, o simplemente estabas jodido...Menos nosotros...jajajaja Era un País con hambre...
Todos los días teníamos permiso para ir a Madrid, y a diario veíamos dos películas, y cuatro los Sábados y Domingos, ¡Estábamos felices en pleno Paraíso, eramos los amos!....jajajajaja No lo eramos claro, eramos un par de pobres infelices empezando a vivir, pero nos sentíamos así, que era lo que contaba, después de haber superado el infierno de donde veníamos...
Podría contaros muchas cosas de ese año, pero no os iban a interesar demasiado, porque son anécdotas de las primeras inyecciones en vena que pusimos a nuestros insignes pacientes, generales retirados de 80 años, que había que buscarles las venas en la mano, o las primeras suturas, las uñas de los pies que sacamos, o el primer bisturí que usamos y que Manuel se mareó y calló redondo, lo siento, yo no...jajajaja
Nos despedimos en una comida especial que nos dieron, Manuel había elegido como destino Palma de Mallorca, nunca mas nos volvimos a ver, nos abrazamos con lagrimas en los ojos, apenas cruzamos unas cartas al principio y luego nada, si alguien conoce a Manuel Graña García que me lo diga por favor, me haría muy feliz poder abrazarle antes de palmar, ya lo busqué en Facebook pero sin éxito.
La Base Aérea de Logroño, la Escuela de Aprendices, tenia un nombre que no recuerdo, podría buscar en los documentos que aun conservo pero pensándolo bien ¿A quien le importa? Lo único, por buscarla en Google si es que existe, pero no se parecería en nada. Era una escuela para Mecánicos de automóviles y camiones, allí estudiaban para salir mecánicos militares, no recuerdo el numero, pero muchos cientos de muchachos menores de edad. Había un pequeño Hospital, o mas bien Enfermeria, con unas 20 camas, quirófano, muy bien equipado, muy bonito, aunque las hospitalizaciones se hacían en el Hospital Militar de Logroño, allí solamente dormían provisionalmente hasta que estaban listos para ser trasladados en la ambulancia hasta Logroño.
Fuera de la base, había una urbanización muy bonita donde vivían las familias de los profesores, porque no se porque razón no eran militares como en León, sino civiles, lo cual me beneficiaba porque esa iba a ser otra fuente de ingresos, adivinar quien era el encargado de poner las inyecciones y realizar alguna curas: El nene, Genín...jajajaja Que barbaridad, fue la época en que vi miles de culos de todas clases, formas, sexos y edades, gordos, escurridos, viejos, niños y jovenes...¡Si, jovenAs tambien...jajajaja! No penséis mal, que mi ojo era estrictamente profesional y apenas dejaban a la vista un pequeño espacio de la nalga, aunque algunas eran muy generosas...jajajaja Con mis diecinueve añitos o 18 no estoy seguro.
Mis jefes, habían estudiado en la misma academia que yo, un sargento y un brigada, ya casados y con hijos vieron abrirse el cielo cuando yo llegué, porque al vivir yo en la enfermería, en una preciosa habitación para mi solito, a mi no me importaba salir como practicante de guardia todos los días, con lo que ellos, podían dormir siempre en sus casas, estaban agradecidos, a mi no me costaba nada, eran buena gente.
Llegó el primer verano, y los primeros chicos muertos, mis primeros muertos, ahogados, que no se me olvidarán jamás. Cerca de allí pasaba el río Ebro, y en lugar de adecuar una zona para que los muchachos se bañaran y se refrescaran de ese calorón de 40º, simplemente prohibían bañarse, como es natural los chicos remontaban el río para bañarse en sitios donde no llegaba la vigilancia de la PA, la temida Policía del Aire.
No se a que distancia había una represa para producir electricidad, el caso es que periódicamente en el día, abrían unas compuertas que desalojaban tanta agua que el nivel del agua crecía de tal manera que se convertía en una trampa mortal para los chicos que no supieran nadar.
Nunca se me olvidará el primer muchacho ahogado que nos tocó sacar del agua, tendría unos 15 años, estaba recién ahogado, no podía parar yo de hacerle la respiración artificial, por mas que me decían mis compañeros que lo dejara que estaba muerto, yo no podía, y como quien mandaba era yo, allí seguí, hasta que por agotamiento tuve que desistir. Por la noche en mi habitación, una vez solo, estuve mucho tiempo llorando. Nunca se me ha olvidado su rostro de niño, su pelo rubio, sus grandes ojos azules mirándome fijamente, como suplicándome que lo resucitara, pero claro, yo no pude hacer nada, si tan solo hubiéramos llegado un poco antes... eso me martirizaba...No siempre terminaron las cosas mal, salvamos bastantes vidas de chicos que si agarramos a tiempo, eso me hacia feliz y me sentía importante para ellos, en la Base todos me querían y me admiraban.
Todos los que estábamos en la enfermería, vivíamos como reyes, porque los chicos de la cocina nos traían diariamente, la mejor carne, verduras, huevos, en fin de todo, a cambio nosotros los cuidábamos de maravilla y cuando era necesario les extendía un certificado con cualquier cosa que tenían en los pies, para que se libraran de instrucción. Parte de las viandas se las preparábamos para que se las llevara el oficial medico de guardia a su casa, ya se sabe, hoy por mi, mañana por ti.
Maria, la encargada de la limpieza, un pedazo de pan de señora que me quería como a un hijo, nos preparaba diariamente la comida y la cena en la cocina de la enfermería que solo se usaba para nosotros, y en agradecimiento, se llevaba a su casa una generosa cantidad de viandas de todo tipo, así que todos felices. ¡Que bien cocinaba la señora! Lloraba la pobre como una Magdalena cuando me despedí de ella...
Por otra parte, conseguía un dinerito cuando ponía las inyecciones en las casas de los profesores civiles, que aunque no tenían obligación de pagar nada, no se quien habría instaurado una cantidad por inyección que te daban muy gustosos antes de ponérsela, mientras, me servían un café con dulces, supongo que el ser tan amables antes de la inyección o la cura era por algo...jajajaja.
Pero lo que mas dinero nos dejaba eran las operaciones de fimosis que hacíamos mi compañero y jefe, el brigada y yo. Era increíble la cantidad de muchachos que descubríamos al reconocerles, que tenían el pene total o parcialmente obstruido por la fimosis, esa intervención quirúrgica no entraba en lo que allí nos permitían hacer, no era reglamentario, sino que tenían que ir al Hospital de Logroño, pero nadie quería ir, el Brigada tenia mucha fama antes de llegar yo, así que le dije que porque no nos lo montábamos bien y ayudábamos a aquellos muchachos y de paso nos ganábamos unos dineritos nosotros.En honor a la verdad debo decir que lo hacíamos en nuestro tiempo libre, y que quien no tenia dinero no pagaba nada, pero eran muy pocos, todos querían pagar ¿Pensarían que si era gratis, tendríamos menos interés y se nos podía escapar el bisturí y dejarlos sin pito?...jajajaja
Mis compañeros especialistas, el Sargento y el Brigada, ambos habían ido a la Facultad de medicina y se habían graduado como practicantes civiles (ATS), lo que les permitía ejercer como tales en la ciudad. Eso era una cosa que tenia muy buena el ejército, o al menos alli, desconozco si era en todas partes igual, siempre que quisieras estudiar para mejorar tu preparación militar, tenias permiso para asistir a clases de la Universidad o cualquier escuela.
Un día, me llamó el jefe supremo nuestro, el comandante médico, yo llevaría ya un año allí, y me dijo, que si quería hacerme Practicante (Hoy les llaman ATS) que el me lo arreglaría para que lo pudiera hacer, sin inmutarme le dije que en lugar de eso, haber si podría estudiar para medico, le gustó mucho mi actitud y me dijo que si, que me lo arreglaría en el Ejercito y en la facultad de medicina, que el próximo año, empezaría a estudiar medicina.
Eso no iba a suceder, nunca seria médico. Me llegó la terrible noticia de que uno de mis primos (A los que yo llamaba hermanos)recién terminada la carrera de Ingeniero Civil en Caracas, había resultado muerto en un trágico accidente. Le estaban vendiendo una pistola en el Campo de Tiro de Valencia, Estado de Carabobo, con tan mala suerte que una bala alojada en la recamara se disparó entrándole en el cerebro por el ojo y muriendo a las pocas horas tras una operación que no le pudo salvar la vida.
Mi madre no biológica (Tía carnal)casi se vuelve loca, era su hijo pequeño, el mas joven, yo era mas joven que el, pero no era su hijo biológico, sino sobrino, hijo de su hermano. Ella me reclamaba, me quería con ella de inmediato...
Ya se que para entender esto tendrían antes que haber leido el post que escribí sobre mi adopción después de la muerte de mi padre a los 26 años, teniendo yo 7, hecha por su hermana con cuatro hijos y que originó que nunca mas viera a mi madre biológica. Muchos de ustedes ya lo han leido, esa es otra historia.
El cadáver de mi primo fue traído a España desde Caracas para ser enterrado en el panteón familiar en San Sebastián. Mi primo, el mayor de los hermanos vino con el cadáver desde Venezuela, entonces le contaron todo lo que su hermana había hecho conmigo, las palizas que me daba y mi huida al ejército. Yo pedí permiso y fui al sepelio de mi primo, me resulta raro llamarles primos porque siempre les llamé hermanos, pero claro es que ahora tengo seis hermanos de verdad, hijos de mi madre...jajajaja ¡Que peo va a tener alguna gente que no conocen mi historia, aunque ya lo he contado! En fin si algún día no tienen nada que hacer pueden perder su tiempo leyendo post anteriores.
Mi primo me contó como estaba su madre, mi tía, que le había dado instrucciones de que me quería con ella y que tenia que llevarme para Caracas de nuevo con el. Le expliqué la situación, yo tenia un contrato de cuatro años con el Ejército, me iba muy bien, al año siguiente empezaría a estudiar medicina, me rogó que lo pensara, que podía estudiar en Caracas, que nuestra "vieja" estaba fatal y que hiciera lo que pudiera para salir del ejercito. Le prometí que lo haría, y lo hice.
Se me ocurrió que solo tendría que rebobinar la película y enseñarles mi tobillo y mi pata chungos, y seguro que me darían de baja. Hable con mi comandante, me examinó, esta vez correctamente...jajajaja Y me dijo, que sin duda alguna lo que yo tenia era causa de "Inutilidad total para el ejercicio de las Armas" ¡ Chúpate esa mandarina!
Comenzamos el proceso para la declaración de inutilidad, me mandaron a Burgos a pasar el tribunal Militar, que es esa foto de arriba con mucha nieve, yo soy el que está de pié en el medio, enseguida me reconocerán porque soy el mas bello con galones en los brazos del abrigo ...jajajajaja
Esto se lo tengo que contar porque es muy simpático como anécdota.
El día de pasar el tribunal médico, yo estaba muy nervioso, porque todo dependía de como le cayera la cosa al presidente del tribunal que era un Coronel Medico con cara de mala leche, y ya me habían contado que el porcentaje de los que daban de baja era muy pequeño. Me hicieron pasar a una sala enorme a la que yo accedí cojeando ostensiblemente, frente a una mesa con siete médicos, me tuve que poner en pelotas, como Dios me trajo al mundo, dos médicos me examinaron todo el cuerpo poniendo especial atención en mi pata chunga y este fue el dialogo entre ellos:
-Mi coronel, después del examen debo comunicarle que este muchacho está sano como una manzana y que si todo este tiempo ha servido espléndidamente al Ejercito como se lee en su Hoja de Servicios, puede seguir haciéndolo, esa es mi opinión.
El coronel se dirige ahora al segundo medico que me examinó:
-Comandante ¿cual es su opinión?
-Opino lo mismo, este muchacho puede desempeñar sus funciones sin problemas.
Ahora el Coronel médico se dirige a mi:
-¿Porque le han mandado a usted a a pasar tribunal Médico?
-Verá usted mi Coronel, yo no quería porque yo tengo mi porvenir aquí, pero me han mandado porque desde hace un tiempo se hinchaba el tobillo y me dolía cada día mas, hasta el punto de que no podía poner el pié en el suelo sin sufrir fuertes dolores, y los antiinflamatorios ya respondían mal.
-Señores del Tribunal, este militar sufre una discapacidad que está contenida en el Cuadro de Inutilidades Permanentes, por tanto se le debe declarar Inútil total.
-Pero mi coronel puede hacer su trabajo sin problemas(Le dice un médico)
-Esa es su opinión, pero como aquí yo soy el Coronel y soy quien manda, denle la debida documentación a este muchacho y que se marche a su casa, Se levanta la sesión, a comer.
A los pocos días estaba de nuevo en mi querida Venezuela. Empecé a trabajar en las empresas familiares, pero al poco, quise independizarme, gracias a mis conocimientos de medicina, conseguí un trabajo de visitador médico, ganando muy buen dinero,al poco tiempo, me hicieron Gerente para Oriente, visitando con frecuencia el pueblo que tanto ama Marialita, Maturín...jajajajaja
Esto ya ven que va muy largo, así que no les puedo hablar de mis novias en el Ejército, ni cuando me metieron en el calabozoy me cortaron el pelo al cero , o las juergas que teníamos en las fiestas de los pueblos en la Rioja, zona esta famosa por sus vinos excelentes, ni la puesta en práctica de las enseñanzas de mi amigo el gitano en las ultimas filas del cine...jajaja
Ni de cuando un coronel me quería mandar a una prisión militar porque nos pescó a su hija y a mi en una situación muy amorosa...jajajajaja ¡Ni tantas cosas!