Estupidamente, se me rompió una costilla...

Esta semana pasada me reuní con mi hija en su casa de Plasencia, "La japonesa," mote que le he puesto desde que trabaja en Japón, antes había sido "la Inglesa" cuando trabajaba en Inglaterra, o "la india" cuando curraba en Bombay, estaba empezando sus vacaciones en España y pactamos unos días solitos en su casa antes de que se reuniera con su maridito en París.

Esta, mas o menos, es la conversación que mantuvimos inmediatamente antes de la tragedia:

-Cholita, me tienes que hacer un favor, me está doliendo la espalda un montón desde hace tiempo, necesito que me pises la columna, ya sabes, como en los viejos tiempos, como lo hacia tu madre, después de eso me solían encajar de nuevo las piezas y se me quitaba el dolor...

-No se si es buena idea papi, han pasado la tira de años y yo ahora peso mas que mamá, te pisaré, pero no me subiré encima.

-No te preocupes Choli, yo me tumbo en el suelo y tu me pisas ¿Vale? puedes subirte sin problemas...

-Papi haber si te vas a hacer daño...

-No te preocupes hija, pisa mas fuer....¡AY, COÑO, SE ME PARTIÓ UNA COSTILLA!

Y es que hizo ¡Clas! y al mismo tiempo me dio un dolor tremendo, así que dos horas mas tarde decidimos ir a urgencias ya que al día siguiente me venia para el ranchito conduciendo mi Ibiza y me dolía mucho. El examen médico confirmó la costilla rota, no estaba dañando ni perforando nada, estaría jodido una semana y luego se pasaría, eso me dijo un simpático médico que me atendió maravillosamente, me mandó unas pastillas y dio por terminado el episodio.

Al día siguiente, conduciendo de regreso al ranchito, estuve a punto de dormirme, o algo por el estilo, en la autopista,era algo raro porque no tenia sueño, pero en dos ocasiones me pareció como si abriera los ojos justo en el momento en que comenzaba a salirme de la autopista, me pareció algo muy raro, quizá relacionado con efectos secundarios de las pastillas, me paré, pero como no tenia sueño alguno, seguí mi camino, al llegar a Sevilla un coche que iba delante frenó de repente y tuve que pisar el freno a fondo hasta que se paró mi coche a un pelo de distancia del de adelante, pensé que se me salia el corazón por la boca...

Finalmente llegué a la paz de mi ranchito, lo encontré todo bien, y me dije que iba a pasar mucho tiempo hasta que volviera a viajar de nuevo, quizá los años empezaran a pasarme factura...