lunes, 18 de mayo de 2009
Murió Mario Benedetti...
De El País.
El poeta del compromiso
Muere Mario Benedetti después de una larga vida de lucha contra la adversidad y en defensa de la alegría
JUAN CRUZ - Madrid - 17/05/2009
Murió Mario Benedetti. El poeta resistente, que vivió el exilio y la enfermedad (un asma pertinaz, obsesiva) le fueron rompiendo, pero él se mantuvo siempre "en defensa de la alegría". Finalmente, una agonía causada por un fallo intestinal, que hizo deprimentes sus últimos días, le rompieron del todo, y murió ayer a los 88 años, en su tierra, Montevideo. Nació en Paso de los Toros, pero esta urbe que parece un microcosmos literario fue el lugar al que volvió siempre, de todos los exilios. Era al final (y esta expresión la acuñó él) un desexiliado. Pero su alma sufrió las heridas de todos los exilios.
Su muerte se produjo semanas después de su última hospitalización por fallos multiorgánicos que al final le cegaron el humor y la vida; pero había empezado a morir mucho antes; hace tres años falleció su mujer, Luz, con la que vivió toda la vida, en la libertad y en el destierro; él creyó siempre que la enfermedad de Luz, que se olvidaba de apagar las luces de la casa, en Madrid, era una simple distracción, e incluso le compró artilugios con los que dominar las consecuencias de su sordera. El poeta del compromiso, del amor y de la alegría, sintió luego que, en efecto, esas ausencias eran debidas a un alzheimer que inundó la casa de desolación y de huida.
Se fue con ella, de nuevo, a Montevideo, y allí la cuidó hasta que finalmente le dejó del todo. Y le dejó malherido. Benedetti tuvo algunos momentos de alegría después, como cuando Hortensia Campanella, su biógrafa última, le entregó el manuscrito en el que se condensa la vida entera del escritor que nos ha dejado. Él ironizó ante tanto papel, y delante de Ariel, su fiel ayudante, dijo: "¿Tanto he hecho?"
Pero su alma estaba herida; seguía escribiendo, poemas, haikus, animado por su editor de poemas, Chus Visor; tenía la casa llena de literatura; en un tiempo él fue política, enteramente, sus poemas estaban al servicio de la rabia que le produjeron las dictaduras del sur, la suya, la uruguaya, que le persiguió a muerte, y la argentina, que fue cómplice de aquella y también quiso matarle. Mató a un amigo suyo, el líder político Zelmar Michelini, y esta muerte fue un símbolo de las muertes que hubo antes y después en la vida acosada de hombres como él. Luz fue su bastón. Y Palma y Cuba y Lima sus lugares de exilio; a los tres les guardó siempre gratitud; fue un gran defensor de la Cuba de Fidel, por eso mismo, pero jamás utilizó esa afinidad para discutir, en los últimos tiempos sobre todo, lo que en esa revolución que él quiso se fue torciendo.
Era un hombre cordial, enteramente, pero era un tímido absoluto. Los que le conocieron en España le recuerda, por ejemplo, en la Feria del Libro de Madrid, puntilloso, anotando con palotes los libros que firmaba; y le recuerdan rechazando el pescado con espinas y en general las tonterías; era un conversador tranquilo; llegaba a los sitios con su maletita marrón gastada, y dentro llevaba siempre poemas o cartas, en esos momentos en que cumplía compromisos parecía a la vez el escolar que fue y también el oficinista.
Su apariencia era la de un juez de paz, pero nunca hubo paz dentro de su alma, ni siquiera cuando se le vio feliz, con sus manos a la espalda, con su mirada desvaída por las lentillas, con su bigote largo e invariable a lo largo de una vida en la tantos se enamoraron al tiempo que recitaban sus poemas o escuchaban las canciones que hicieron con sus versos su paisano Daniel Viglietti y el catalán Joan Manuel Serrat. Con Viglietti tiene una anécdota que se parece a algunas de las que le convertían también en un escolar huidizo al que le asustaba la fama, al tiempo que le agradaba que algunos, ante sus recitales multitudinarios, le dijeran que parecía una estrella de rock.
Hubiera sido incapaz de cantar, pero un día se encontró con Viglietti en París, en un aeropuerto, y Daniel le dijo a Mario: "Estoy haciendo música para sus poemas". "Y yo estoy haciendo poemas". Entonces el poeta se quedó pensando, y añadió, riendo como reía, como para no molestar: "Tenemos que hacer algo con esta casualidad". De esa casualidad nacieron conciertos, libros; eran como dos en la carretera; cuando vimos a Viglietti en Montevideo, en el entierro de Idea Vilariño, a mediados de abril, la gran amiga generacional de Mario, el cantante nos dijo: "Y lo de Mario. Estamos tan mal, y vamos aún a lo peor".
Se apaga la voz de su compañero, pero quedan la voz de las canciones.
Montevideo fue su último sitio, y fue casi el primero. Su largo recorrido por la vida conoció una interrupción terrible, cuando los médicos le detectaron tumores que aconsejaron operación, en el Hospital XII de Octubre de Madrid. Allí le atendió, entre otros, el doctor José Toledo, que le conocía, y todo el mundo se desvivió por él como si no fuera tan solo un enfermo sino un padre, o un hermano, el hombre que había iluminado con sus versos (de amor, de política, de tierra, de aire) la vida de cualquiera. Un día, poseído por el dramatismo al que a veces lo llevó su pesimismo, el que también está en sus poemas, y en sus narraciones, Mario decidió abandonarse.
Como hubiera dicho Idea, que le precedió en la muerte, empezó a decir para qué. Detrás de esa decisión de no seguir hay algunos versos, como estos: "Me he ido quedando sin mis escogidos/ los me dieron vida/aliento/paso/ de soledad con su llamita tenue/ y el olfato para reconocer/ cuánta poesía era de madera/ y crecía en nosotros sin saberlo/ Me he quedado sin proust y sin vallejo/ sin quiroga ni onetti ni pessoa/ ni pavese ni walsh ni paco urondo/ sin eliseo diego sin alberti/ sin felisberto hernández sin neruda/ se fueron despacito en fila india".
En ese clima de desolación en el que lo pusieron la enfermedad y su porvenir Mario descuidó su aspecto, dejó de afeitarse, y alguien le dijo, una madrugada: "Así no puedes estar. Tú eres guapo, un hombre así parece enfermo. Ya no lo estás". Le bastó. Al día siguiente se rasuró del todo, se puso de limpio, y cuando este amigo le visitó otra vez y se hizo el distraído sobre su nuevo aspecto, el viejo poeta revivido le llamó la atención y le dijo:
-¿No te has fijado que hoy sí me afeité?
Era un hombre insobornable, el más comprometido de su tiempo. Su muerte deja en silencio mustio su época, su ejemplo y la raíz de sus versos. Pero los muchos que le cantan no lo dejarán, como él decía del verdadero amor, en lo oscuro.
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No te quedes inmóvil
ResponderEliminaral borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Otra vela, ya son demasiadas.
Un (b)eso
Gracias por tu homenaje.
ResponderEliminarArtigas
Se las arregló para ser contemporáneo de quienes nacieron
medio siglo después de su muerte
creó una justicia natural para negros zambos indios y
criollos pobres
tuvo pupila suficiente como para meterse en camisa de once
varas
y cojones como para no echarle la culpa a los otros
así y todo pudo articularnos un destino
inventó el éxodo esa última y seca prerrogativa del albedrío
tres años antes que naciera marx
y ciento cincuenta antes de que roñosos diputados la
convirtieran en otro expediente demorado
borroneó una reforma agraria que aún no ha conseguido el
homenaje catastral
lo abandonaron lo jodieron lo etiquetaron
pero no fue por eso que se quedó para siempre en tierra
extraña
por algo nadie quiere hurgar en su silencio de viejo firme
no fue tosco como lavalleja ni despótico como oribe ni astuto
como rivera
fue sencillamente un tipo que caminó delante de su gente
fue un profeta certero que no hizo públicas sus profecías
pero se amargó profundamente con ellas
acaso imaginó a los futurísimos choznos de quienes
inauguraban el paisito
esos gratuitos herederos que ni siquiera iban a tener la
disculpa del coraje
y claro presintió el advenimiento de estos ministros alegóricos
estos conductores sin conducta estos proxenetas del
recelo estos tapones de la historia
y si decidió quedarse en curuguaty
no fue por terco o por necio o resentido
sino como una forma penitente e insomne de instalarse en su
bien ganado desconsuelo.
de Mario Benedetti
..........
Cariños
Me acompañó, me escuchó me entendió..
ResponderEliminarLo escuché y lo quise.
Que triste, no?
Tan simples sus palabras, tan poco ambicioso, tan humano y tan profundo y verdadero.
Cariños.
ESTADOS DE ÁNIMO
ResponderEliminarUnas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.
Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.
A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.
Este poema y yo tenemos una linda historia común.
Me encanta que de forma tan espontánea, en homenaje a Benedetti
ResponderEliminarustedes hayan decidido publicar lo que mas les llegó de su obra, o una parte que recuerden en estos momentos.
Muchas gracias Ego por lanzar la idea.
Gracias a todas, son geniales!
Besos y salud
Su muerte me duele mucho.
ResponderEliminarAquí te dejo uno de sus poemas que tanto me gustan.
ABRIGO
Cuando sólo era
un niño estupefacto
viví durante años
allá en colón
en un casi tugurio
de latas
fue una época
más bien
miserable
pero nunca después
me sentí tan a salvo
tan al abrigo
como cuando empezaba
a dormirme
bajo la colcha de retazos
y la lluvia poderosa
cantaba
sobre el techo
de zinc.
Saludos.
Que artículo tan bien escrito, pero sobretodo que hombre tan especial del que hablan. Mario Benedetti, un grande. Sus poemas vivirán por siempre.
ResponderEliminarNo tengo más palabras.
Memorándum
ResponderEliminarUno llegar e incorporarse el día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta
Cuatro escapar de la melancolía
Cinco aprender la nueva geografía
Seis no quedarse nunca sin la siesta
Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía
Nueve vaya a saber quién es el fuerte
Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte
Doce guardar la última moneda
Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda.
Besos y Salud.Kreta
Compañera
ResponderEliminarusted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo
si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo
pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
Este poema, está en un poster, que compré en mi viaje de bodas, por lo que hace 29 años, que lo leo a diario y me acompaña.
Excelente tu post!!
Un abrazo
Bellisimo post, la semblanza de esos hombres que dejan huella,su obra imperecedera también estara en manos de generaciones futuras,una vida plena de luces y sombras,intensa.....
ResponderEliminarChau número tres.
Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres.
Sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro.
Te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota.
Te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía.
Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono.
Estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos.
Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra.
Estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen.
Y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.
Acabo de enterarme, acá lo informaron mientras yo dormía.
ResponderEliminarNo puedo parar de llorar. Don Mario fue amigo en los amores y apoyo y fuerza en los desamores.
Un caballero que siempre supo dar la mano
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
si te quiero es por sos
mi amor, mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
tu boca es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
si te quiero es porque sos mi
amor, mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no esta sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
Como ya pusieron No te Salves, que es mi poema favorito del maestro, ahora pongo Los Formales y el Frío, que me trae el recuerdo de hermosos días con Rigo...
ResponderEliminarQuién iba a prever que el amor, ese informal
se dedicara a ellos tan formales
mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa, la de ella,
era como un augurio o una fábula
su mirada, la de él, tomaba nota
de cómo eran sus ojos, los de ella,
pero sus palabras, las de él,
no se enteraban de esa dulce encuesta
como siempre o como casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche
y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia
extra seca y sin hielo por favor
cuando llegaron a su casa, la de ella,
ya el frío estaba en sus labios ,los de él,
de modo que ella fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos
una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre
él probó sólo falta que me quede a dormir
y ella probó por qué no te quedas
y él no me lo digas dos veces
y ella bueno por qué no te quedas
de manera que él se quedó en principio
a besar sin usura sus pies fríos, los de ella,
después ella besó sus labios, los de él,
que a esa altura ya no estaban tan fríos
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.
Pasatiempo
ResponderEliminarCuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
Mario Benedeti.
(14/09/1920 - 17/05/2009)
Hola
ResponderEliminarQue nostalgia para el mundo literario.
Un tipazo. Humilde, alegre, pausado, tranquilo y genial. De esos, comhe mencionado en otros comentarios, que uno desearía tener como abuelo y sentarse frente a él una tarde de Sábado y, acompañados por un buen vino, sentarse a charlar.
El sistema de educación de Uruguay debe ser muy bueno, no la conozco a profundidad, pero siempre me ha llamado la atención que un país pequeño y de pocos habitantes, genere tanto talento.
Un saludo
¿Cuál es tu alcance?
ResponderEliminardímelo ahora
mas dímelo a lo lejos
pues temo que tu respuesta sea decírmelo al oído.
Buen Post. Un minuto de silencio.
Con mucha admiración y respeto por su Vida y por su obra, que nos acompaña, todo el tiempo...
ResponderEliminarAbrazos,
Lidia
Me enteré esta mañana al encender la radio del coche y, francamente, hubiera preferido que se siguiera hablando de la crisis.
ResponderEliminarUna gran pérdida.
Bonito artículo. A la altura del personaje.
Saludos
Un poeta menos...
ResponderEliminarUn día triste más...
¿De qué se nutre la nostalgia?
ResponderEliminarUno evoca dulzuras
cielos atormentados
tormentas celestiales
escándalos sin ruido
paciencias estiradas
árboles en el viento
oprobios prescindibles
bellezas del mercado
cánticos y alborotos
lloviznas como pena
escopetas de sueño
perdones bien ganados
pero con esos mínimos
no se arma la nostalgia
son meros simulacros
la válida la única
nostalgia es de tu piel.
Un gran hombre nos ha dejado.
Un abrazo Genín.
Mi pequeño homenaje:
ResponderEliminarVoy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
para la muerte que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos, tan pequeño
que a Dios invoco, pero no le pido
nada, con tal de compartir apenas
este universo que hemos conseguido
por las malas y a veces por las buenas.
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
que este mundo de muerte a manos llenas?
Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda. Es un abismo.
No me lo digan cuando me despierte.
Mario Benedetti
La poesía no es lo mio (ni para leerla ni escribirla)pero es una lamentable perdida, nos deja sus letras para recordarlo toda la vida.
ResponderEliminarSaludos
una gran perdida para la humanidad...una estellita mas que nos ilumina desde el firmamento.
ResponderEliminarEstaré repartido
en cuatro o cino pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen...
Abrazos desde Mexico, Mariqui
sí mi genin querido.........compartimos el post y el dolor.
ResponderEliminarbesos!
Que bonito todo lo que cuentas de este gran escritor, de este gran hombre, por siempre vivirá y gritará su verdad a través de sus letras. Muy bello post, muy lindo homenaje besos tía Elsa.
ResponderEliminarGenial escritor. Todos nos vamos, pero el deja un legado que hemos disfrutado nosotros y seguiran disfrutando muchas generaciones, sin distincion de nacionalidad alguna. besos.
ResponderEliminarMuy grande. Siempre podremos disfrutar con su maravillosa y extensa obra. Un abrazo.
ResponderEliminarHay tantos y tantos poemas de él que me han tocado, que se quedaron prendados que ahora, en este momento no podría escoger alguno más. No te salves es de mis favoritos y ya lo han posteado, así que hojeare y a la suerte, el que salga...
ResponderEliminarOtoño
Aprovechemos el otoño
antes de que el invierno nos escombre
entremos a codazos en la franja del sol
y admiremos a los pájaros que emigran
ahora que calienta el corazón
aunque sea de a ratos y de a poco
pensemos y sintamos todavía
con el viejo cariño que nos queda
aprovechemos el otoño
antes de que el futuro se congele
y no haya sitio para la belleza
porque el futuro se nos vuelve escarcha.
(Insomnio y Duermevelas. Benedetti)
Dime si no era grande?
Besos tristes.
Todo está dicho ya sobre este gran poeta, con una manera tan cercana y fácil de entender, que hace que una empiece a amar la poesía.
ResponderEliminarMi preferido Crecí con el amé con él y disfruté parte de momentos con el
ResponderEliminarGracias por compartirlo con nosotros
besos para vos
Hermoso texto, muy sentido, gracias por compartirlo sino es por ti, no lo leo. Besito Genin.
ResponderEliminarBonito homenaje el que haces a este gran poeta. Descanse en paz.
ResponderEliminarUn beso amigo
Muchas gracias por haber comentado o por publicar un poema, esta vez he considerado que no era necesario responder a los comentarios por razones obvias, supongo que así lo entienden, a quien no esté de acuerdo, les pido disculpas.
ResponderEliminarMuchos besos y salud
no me voy a hacer la sabihonda, porque en realidad conozco a Benedetti, pero he leido muy poquitas de sus obras.
ResponderEliminarPero se me hace que era un tipo muy noble, muy bueno, muy querido, y esas palabras que lo describen como un luchador y eso de que estaba "en defensa de la alegria" me resulta conmovedor.
Ojala que este descansando en paz.
Lo bueno, a pesar de su muerte,son sus poemas, que se pueden leer de por vida.
ResponderEliminarHola Genin, un hermoso post en homenaje a Mario Benedetti. En sus obras el vivirá por siempre. Saludos.
ResponderEliminarLOS HOMBRES COMO
ResponderEliminarMARIO NO MUEREN JAMAS
A QUIEN SE LE OCURRE PENSAR QUE GUSTAVO ADOLFO BEQUER ESTA MUERTO?????????
CON MARIO Y MUCHISIMOS MAS OCURRE LO MISMO
HASTA LA VISTA MARIO
LAYLA